петък, май 01, 2020




Mi infancia huele a tila.
A lágrimas caídas en secreto,
Al abrazo de mi pobre abuela
Y a puro horror y a miedo.

Mi infancia huele a tila, 
A tristeza, dolor y olvido.
Mi hermano llorando y solo. 
¿Fue infancia o un castigo?

Mi infancia huele a tila...



Los Angeles de la Guarda Existen


LOS ANGELES DE LA GUARDA EXISTEN

Y no son seres celestiales. Son personas desconocidas, que nos cruzamos y que aparecen en nuestro camino en un momento crucial.
Crucial... Que palabra tan adecuada.
Esta mañana salí con mi hija de 4 años y su bici que recién ha aprendido a llevar sin ruedines. Pasamos un rato en el paseo de Lluis Companys y tocó la hora de volver a casa. Cruzando la calle le explico que Torrent de la Santa es de bajada y hay que apretar los frenos... Antes de darme cuenta veo como mi hija va cogiendo carrerrilla y se aleja demasiado de prisa... Voy chillando detras que apriete los frenos y por un instante dudo si lo hará... Entonces la escucho llorando "Mama no puedo!!" y salgo corriendo como hace meses no corro, dejando a mis espaldas tirados al suelo mochila, la correa del perro, chaquetas... Pero veo que no llego y Angela se acerca al cruce muy deprisa.
Y en este momento me doy cuenta que ¡¡NO LOGRARÉ ALCANZARLA A TIEMPO!!
Nos separan 2 metros pero no llegaré a tiempo y a esta velocidad a ningun conductor le da tiempo a reaccionar sin llevársela por delante... Entro en pánico y ahi aparece... De la nada aparece un chico y veo en sus brazos abiertos el fin de esos segundos de auténtico infierno. Los brazos de un desconocido que se pone en su camino y consigue pararla justo a tiempo.
Suspiro de Alivio.
Y ahí esta mi niña a salvo abrazada por un desconocido que hoy fue su ángel de la guarda!!
¡¡GRACIAS AMIGO DESCONOCIDO!!
Gracias por tu rápida reacción y gracias por tu sincera preocupación y quedarte este ratito asegurandote de que mi hija esta bien.
¡¡GRACIAS GRACIAS GRACIAS!!